En este proyecto soy sólo una colaboradora, pero lo tenía que compartir porque me parece que de la nada salió algo precioso.
Mirjam quería hacer una cocinita para regalarle a su nena por su primer cumpleaños (si, la del
Huevo de dragón).
La idea inicial era hacer algo más sencillo, pero nos envalentonamos y al final nos liamos la manta a la cabeza :)
Con un montón de ideas que habíamos visto por Internet (Pinterest está lleno de cocinitas hermosas) nos fuimos al rastro de Fuengirola.
Al final Mir encontró una estantería de Ikea de segunda mano que tenía el tamaño perfecto.
Para tener una idea de lo que teníamos que hacer Mirjam hizo un diseño sobre papel (medidas incluidas) y quedamos una tarde con Noe para que ejerciera su arte pasando a bonito el diseño final.
(El dibujo es de Noe, pero las críticas por los colores me las pueden dirigir a mi)
La parte de desmontar y diseñar cómo reutilizar todos los listones de madera de la estantería corrió por cuenta de Mir. Después tocó masillar, lijar y pintar.
Y una vez pintadas y reorganizadas las baldas nos quedó así:
Ahora viene lo más complicado, que es todo aquello que implica máquinas y detalles :)
La encimara está hecha con una balda para estantes del Leroy Merlín, que Antonio cortó y agujereó.
El grifo es de los más baratos del Leroy (en Pinterest había buenas ideas para hacerlo con maderas y cosas similares pero pensamos que valía la pena, ya que estábamos liadas, ponerlo de verdad).
El fregadero es un bol de Alcampo. Yo pensaba que nos costaría encontrar alguno que nos viniera bien, pero aluciné cuando entramos en la zona de cosas a 1, 2 y 3€ y Mirjam se fué directa hacia un bol que era del tamaño perfecto (y hasta tenía un borde ideal para apoyarlo en la encimera).
Lo pegamos a la encimera con silicona.
A cómo hacer la vitrocerámica le dimos bastantes vueltas, pero al final creo que nos quedó perfecta.
En una cartulina negra dibujamos los círculos con un rotulador plateado (ese trabajo le tocó a la mamá de Mir).
Pero lo que le dio el toque más "real" es la plancha de metacrilato que le colocamos encima. Así protegimos la cartulina y encima nos quedó tan bonita que no me cansaba de mirarla :)
El matacrilato lo compró en el Leroy dónde, si no me equivoco, se lo cortaron a las medidas que necesitábamos (también lo usamos para un par de cosas más).
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Lo más difícil de todo fue hacer los círculos |
Le pusimos cuatro tornillos negros para fijar la plancha a la encimera.
Los mandos los fabricamos con tiradores de cajón que pintamos, y para que giren pero sin salirse les pegamos la punta del tornillo, pero no los atornillamos al máximo.
El horno es otra de las cosas que me encanta cómo quedó.
Sobre otra planchita de metacrilato pegamos algunos de los listones que sobraban de la estantería original para hacer la puerta.
Para pegarlos creo que utilizamos algún "superpegamento", pero ahora mismo no recuerdo ni el nombre ni el tipo.
El tirador es uno de cajón del Leroy, pintado y atornillado.
Le pusimos las bisagras más chiquitas y resistentes que pudimos encontrar, y como al abrir la puerta queda en el aire tiene una cuerdita para que no se abra del todo y fuerce las bisagras.
También lleva un imán (las típicas de puertas de armario, si no me equivoco) debajo de la encimera y en la puerta, para que cierre bien.
La pared lateral está hecha en contrachapado pintado y sujeta con unas mini escuadras pintadas (pegadas o atornilladas, dependiendo de la zona).
Noe fue la encargada de hacer la ventana, y para proteger el dibujo y darle un "toque" de ventana real le pusimos la última parte de la plancha de metacrilato a modo de cristal.
Los laterales y la parte trasera los cerramos con contrachapado pintado.
También agregamos una varilla de madera para poder colgarle una cortinita.
Y así de bonita nos quedó :)
No los mencioné antes, pero también pusieron su granito de arena el abuelo, el padre y el tío de la mini vikinga (y seguramente alguien más).